Los ateos normalmente escuchamos diferentes argumentos acerca de por qué deberíamos creer en la existencia del llamado Dios, y sobre los beneficios (supuestos) que se ganan al creerlos. Uno de los más comúnes dice algo así como:
«Deberías creer en Dios, porque si él es real y tú crees en él, ganas la vida eterna. Si él es real y tú no crees en él, sufres eternamente. Si no es real, no pierdes nada. Por lo tanto, deberías creer en Dios porque tienes todo que ganar y nada que perder».
Este argumento no es nuevo. De hecho lo popularizó el filósofo, matemático y científico francés Blaise Pascal, cuando dijo: «La razón no puede decidir nada en este asunto… De acuerdo a la razón, no puedes defender ninguna de las proposiciones». Según Pascal, la razón es impotente en este asunto, de modo que deberíamos creer en Dios para estar en el lado seguro.
El filósofo George H. Smith (autor de «Ateísmo: el Caso Contra Dios») se concentró en la Apuesta de Pascal, e ideó una contraapuesta que dice así:
La existencia de dios solo puede ser demostrada por la razón, y nuestra razón nos dice que tal ser no existe y que como consecuencia natural, una persona racional debe rechazar creer en este ser. Ahora surge la pregunta, Pero somos seres humanos falibles ¿Que tal si nuestra razón se equivoca en ésto? ¿Que sucederá si existe un Dios que nos castigue por no creer y cuya existencia no pueda ser demostrada por la razón? Bueno, pues en este caso nos quedan cuatro posibilidades:
1.-No hay Dios. En este caso, el ateo está en lo correcto, y en consecuencia puede vivir una vida libre de dogmas irreflexivos y de tiranías emocionales.
2.- Dios es impersonal. La segunda posibilidad es que el dios del deísmo, haya creado el universo y luego lo dejó libre sin involucrarse con sus creaciones. En este caso no hay nada que temer de tal dios, es impersonal y no nos castiga ni nos recompensa.
3.- Dios es bueno. La tercera posibilidad es un dios que se interesa por la humanidad. Es un dios justo y bueno. Tal dios, en su infinita bondad nunca castigaría a nadie por errores honestos de razonamiento, suponiendo, por supuesto, que no hay bajezas morales involucradas. Aquí tampoco tenemos razón alguna para temer a un dios así. De hecho, si nuestra razón es lo que nos separa de los animales, entonces no usarla podría interpretarse como un ‘pecado’. Si alguien está en peligro de ser castigado en este caso, es el teísta y no el ateo.
A los creyentes les encanta comparar a Dios con un padre amoroso, si este es el caso ¿Qué clase de padre castiga eternamente a sus hijos por un error de razonamiento?
4.- Dios es malo. La cuarta y última posibilidad es que haya un dios injusto. Sin interés por la justicia, que nos castigará sin importar si nuestros errores son honestos o no. No hay, después de todo, mayor injusticia que castigar a alguien por un honesto error de creencia. No le importan cosas tales como la honestidad y la integridad intelectual y, según la Biblia, nos quemará eternamente si dudamos de su existencia. No importa qué clase de vida hayamos llevado, este asunto de la creencia es esencial para determinar dónde pasaremos la eternidad. Entonces la credulidad se convierte en una virtud y no en un vicio. Por lo tanto, por definición, este dios es una deidad sin principios. Los creyentes siempre han sentido que están en mejor posición aquí, pero si uno lo piensa, en realidad están en el mismo barco que los ateos. ¿Por qué? Simplemente porque, si este dios realmente disfruta de crear gente para luego quemarla ¿Qué le podría dar mayor diversión que prometer a los creyentes felicidad eterna y luego traicionarlos y lanzarlos también al infierno? Ciertamente, no puedes confiar en la palabra de un dios injusto cuando te promete algo
Entonces, ésta es la apuesta: utiliza tu razón en todas las áreas de actividad humana, incluyendo claro a la religión. Si no hay dios, estarás en lo correcto. Si existe el dios de los deístas, no tienes nada que temer. Si existe un dios justo, tampoco hay nada que temer. Y si es el dios injusto el que existe, entonces ciertamente vivimos en un universo de pesadilla, pero el cristiano no se halla en mejor posición que el ateo, de modo que, ¿por qué no vivir nuestras vidas como seres humanos racionales? ¿Por qué no hacer todo lo que podamos para hacer de este mundo, nuestro único hogar, un lugar mejor, y por qué no hacer todo lo posible para hacer que la vida valga la pena y sea disfrutable para todos?